Los tigres blancos, majestuosos y de belleza excepcional, han vivido en libertad durante generaciones, aunque en la actualidad prácticamente solo pueden verse en los zoos, donde los crían en cautiverio para garantizar su hermoso y particular color níveo. Hasta ahora, resultaba un enigma qué es lo que provoca que estos animales pierdan el tono anaranjado de la piel que tienen sus congéneres, para vestirse con un abrigo blanco crema que conserva las rayas oscuras. Investigadores de la Universidad de Pekín creen que su vistoso aspecto se debe a un único cambio en el gen del pigmento, según publican en la revista Current Biology.